Carta nº2


¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS DEL VESTUARIO DE SEX AND THE CITY?

 

Patricia Field: la mujer que convirtió el vestuario en un manifiesto

En el Nueva York de los años 60, ya se hablaba de Patricia Field. Desde entonces, su nombre ha sido sinónimo eclecticismo y libertad. A lo largo de su carrera, Field ha demostrado no seguir tendencias, sino inventarlas. Impulsiva y visionaria, se ha convertido en una de las voces más influyentes en el mundo del vestuario para cine y televisión.

 

Su filosofía es sencilla pero revolucionaria: mezclar lo caro con lo barato, lo sofisticado con lo vulgar, hasta encontrar una armonía que no busca la perfección, sino la autenticidad del individuo.Es tu ojo el que elige, y no importa de dónde venga la prenda”, solía decir. Esa mirada la llevó a transformar a las protagonistas de Sex and the City en verdaderos iconos de estilo, cada una con un universo propio y reconocible:

 

 

Carrie Bradshaw: la ecléctica neoyorquina

[ Arquetipo: La musa experimental / la fashionista sin miedo a las mezclas. ]

Carrie se viste como si cada día fuera una oportunidad de jugar. Su armario  no obedece a reglas: combina prendas de diseñador con prendas de mercadillo, piezas de alta costura con camisetas básicas. Para ella, la moda es un experimento constante y un espejo de sus emociones.

 

Carrie encarna la fantasía de la moda como libertad personal. Es la mujer que convierte la ciudad en pasarela.. Su estilo es inspirador: enseña que la moda se trata de actitud, no de precio.Carrie Bradshaw no solo es la protagonista de Sex and the City, es la encarnación misma de la visión de Patricia Field: la moda como relato vital. Su vestuario evoluciona con ella y funciona como diario visual de su vida.


Samantha Jones: la femme fatale segura de sí misma

[ Arquetipo: La mujer empoderada y sensual, dueña de su cuerpo y de sus deseos. ]

Samantha Jones es la encarnación de la confianza absoluta y la libertad. Su estilo no sigue reglas ni pide permiso: cada prenda refleja su actitud desinhibida y su poder, tanto sexual como profesional. Sus looks son provocadores, llamativos y siempre glamourosos, combinando mini vestidos ceñidos, escotes atrevidos, cuero, tejidos brillantes y accesorios imponentes que subrayan su estatus y personalidad. Los colores fuertes rojo, negro, dorado, plateado y los tacones altos refuerzan su presencia dominante. Samantha se viste para sí misma, celebrando su autonomía y su deseo propio. En ella, la moda se convierte en un juego de seducción, un manifiesto de poder y un símbolo de libertad femenina.

 

 

Charlotte York: la romántica clásica

[ Arquetipo: La soñadora optimista / la mujer elegante y conservadora que busca estabilidad emocional y estética. ]

Charlotte York es la encarnación de la elegancia, el romanticismo y la coherencia. Su estilo refleja su búsqueda de perfección y armonía: cada prenda expresa orden, refinamiento y feminidad. Prefiere vestidos entallados, faldas lápiz, blusas delicadas y chaquetas estructuradas, siempre acompañados de zapatos clásicos y accesorios discretos como perlas o bolsos minimalistas. Sus colores favoritos son suaves y románticos: rosa, azul, crema y beige, con estampados discretos que refuerzan su aura de mujer refinada. Charlotte utiliza la moda para proyectar la imagen de la mujer que aspira a la estabilidad, el amor perfecto y la vida ordenada.


 

Miranda Hobbes: la mujer pragmática y profesional

[ Arquetipo: La intelectual independiente / la mujer profesional que valora la eficiencia y la autonomía. ]

Miranda Hobbes es la encarnación de la independencia, la racionalidad y la eficiencia. Su vestuario refleja su mentalidad práctica y su enfoque profesional: cada prenda comunica autoridad, seguridad y autonomía. Prefiere trajes pantalón, faldas lápiz, blazers estructurados y camisas clásicas, acompañados de zapatos cómodos pero elegantes y accesorios discretos. Los colores sobrios refuerzan su carácter serio y profesional. Para Miranda, la moda no es un juego de seducción ni una declaración romántica, sino una herramienta para proyectar confianza, y poder.

 

 

Cuando las cuatro aparecían juntas en pantalla, Patricia veía algo más que una escena: era una editorial de moda, un instante de portada en movimiento que convertía la pantalla en pasarela. Su rigor creativo  es lo que convirtió a Sex and the City en algo más que una serie: en un manual no oficial para vestirse sin “normas”.


 

Porque esa fue la mayor aportación de Patricia Field: liberar a las mujeres de la idea de que la moda debía ser seria, rígida o normativa. Les enseñó que podían mezclar colores, texturas y estilos sin perder sofisticación, y que esa experimentación podía ser divertida y poderosa a la vez. 

En el mundo del vestuario, se suele hablar de dos grandes categorías: quienes se dedican a replicar épocas históricas con precisión documental, y quienes buscan crear un universo más mágico y editorial.Patricia Field pertenece a este segundo grupo. Su trabajo no es arqueología de la moda, es una declaración de estilo.. No viste personajes: los convierte en arquetipos. No recrea la realidad: la estiliza hasta volverse icónica..

Patricia Field cambió  la manera de entender la moda en pantalla. La moda, gracias a ella, dejó de ser un accesorio y se convirtió en una declaración de identidad, de libertad y de confianza.