Referentes Artísticos

En Atemporel nuestro propósito es construir un universo donde todas las ramas del arte dialogan entre sí: la moda, el cine, la música, la pintura, la escultura, el collage, el diseño… Creemos en la estética como un lenguaje que cuenta historias,. Por eso, cada colección que presentamos no es solo una propuesta de vestuario, sino también una reflexión visual que se expande más allá de la ropa.

Esta primera colección se inspira en Poor Things, una película que nos fascinó por su lenguaje visual surrealista ,onírico y profundamente femenino. Sin embargo, no quisimos limitarnos a reproducir su universo: quisimos expandirlo. Las prendas que forman parte de esta cápsula son piezas reales del siglo XIX, utilizadas en el mundo del cine y seleccionadas por nosotras en los archivos de Peris Costumes, una de las casas de vestuario más importantes de Europa. 

A partir de ahí, buscamos inspiración en otras disciplinas artísticas para seguir construyendo este imaginario. Nos guiamos por obras y artistas visuales que, como Bella Baxter, han roto moldes, han cuestionado lo establecido y han creado belleza desde lo extraño, lo fragmentado o lo íntimo. El arte es una fuente fundamental de inspiración visual.. Por eso, en cada colección hablaremos de moda, de cine y  también de pintura, de escultura,de todo aquello que nos ayude a crear ese universo de Atemporel.

Los artistas que nos han inspirado han sido:

1. Egon Schiele

Los dibujos y pinturas de Egon Schiele fueron una inspiración fundamental para Holly Waddington en el diseño del vestuario de Poor Things, y también para nosotras al escoger las prendas de la colección.. Obras como Lovers, Standing Nude with Drapery, o Self-Portrait with Physalis muestran cuerpos torcidos, distorsionados, que oscilan entre la sensualidad y la vulnerabilidad. En ellas, el deseo no es complaciente: es crudo, físico, a veces incómodo.

Schiele no idealiza la figura humana, sino que la fragmenta, la tensa, la exhibe con toda su intensidad emocional. Esa visión del humano como un territorio expresivo fue clave en la creación del vestuario de Bella Baxter, especialmente en su primera etapa. Waddington intentó plasmar esa tensión entre poder y vulnerabilidad a través de prendas que revelan más de lo que ocultan: la ropa interior.

Nosotras seguimos ese mismo impulso:empezar escogiendo desde lo imperfecto, desde lo que está en proceso, desde un cuerpo que todavía no se ha decidido del todo. Como en Schiele, nuestras prendas no sólo buscan embellecer, sino hablar. Y lo que dicen es profundo, personal y libre.

2. Charo Vargas

La paleta de color que atraviesa la colección nace de un cuadro de la artista contemporánea Charo Vargas. En su obra encontramos la misma ambivalencia que en Bella: delicadeza y ruptura, dulzura y melancolía. Sus tonos deslavados —rosas antiguos, tierras cálidos, azules apagados— nos ofrecieron un punto de partida emocional.En este cuadro, no hay figuras humanas, pero todo remite a lo humano. Tomamos su universo visual como una extensión del cuerpo de Bella Baxter: un cuerpo que no se representa literalmente, sino que se insinúa a través del color, la textura y la forma. Nuestra selección de tejidos sigue ese mismo impulso: la mezcla de materiales del siglo XIX con textiles contemporáneos, el reciclaje como herramienta estética.

Esta obra de Charo Vargas con sus formas orgánicas, casi celulares, nos recordaron a la lógica interna del cuerpo: vísceras, ciclos, crecimiento, deseo. 

3. Hannah Höch

Hannah Höch fue la primera  mujer del movimiento dadaísta, y una pionera en la reconstrucción visual de la identidad femenina. En una época dominada por hombres, eligió el collage ( técnica de fragmentación, mezcla y subversión)  para cuestionar la imagen de la mujer que el arte y la sociedad proponían. Su caos visual, su rechazo a las formas tradicionales y su provocación nos recuerdan inevitablemente a Bella Baxter: un personaje que no pide permiso para existir, que desobedece con el cuerpo, con el deseo y con la palabra.

En Poor Things, Bella es una mujer en constante transformación, que se reinventa sin esperar la aprobación de nadie. Lo mismo hacía Hannah con sus collages: cuerpos mutantes, rostros reconstruidos, símbolos del hogar convertidos en armas visuales. Esa fuerza nos inspiró especialmente en la cápsula de La Parisienne, donde Bella ya no es la niña en construcción, sino una figura sobria y poderosa. Las prendas de esta etapa no buscan agradar, buscan afirmar. Como Höch, Bella ya no se define por lo que esperan de ella, sino por lo que ha decidido ser.

4. Berthe Morisot

Berthe Morisot fue una de las grandes pioneras del Impresionismo, una artista que, en medio de un mundo que marginaba el arte femenino, eligió pintar lo que conocía con profundidad y honestidad: mujeres reales en momentos íntimos —vistiéndose, cosiendo, descansando— con una sensibilidad sutil pero profundamente poderosa.

Sus pinceladas ligeras, sus tonos pastel y su atención al detalle convirtieron sus cuadros en ventanas a una belleza cotidiana, suave pero nunca superficial. Lejos de idealizar, Morisot capturaba la verdad emocional del instante: lo frágil, lo doméstico, lo introspectivo.

En Atemporel, su mirada fue clave para dar forma a The Undergarments, la cápsula que abre la colección. Allí, retomamos la ropa interior femenina del siglo XIX no como una pieza histórica, sino como un símbolo de esa intimidad que Morisot supo retratar con tanta poesía visual. Camisas de dormir, corsés semiabiertos, enaguas livianas… todo lo que normalmente se oculta, lo traemos a la luz. Como Morisot, nos interesa lo que sucede en los márgenes, en los silencios, en lo que apenas se muestra pero contiene una verdad profunda.